miércoles, 30 de enero de 2008

Mi encuentro con el papa. (Parte Uno de Dos)

-Primero, mucho alcohol. Cerveza y Tinto que sean libres para toda la comunidad. Segundo: una buena pista de baile, para mí solo. Bien elevada, quiero que me vean todos. Y con cámaras y proyectores en paneles blancos. Tercero: . Emm. tercero, terceeero … bebida, pista … y ¿qué mas era?
-¿Alguna
-Fuegos artificiales. Ahí está, concha, que no me salía. Y de todos los colores. Y globos con Helio. También, de todos los colores. No, mejor que sean todos de un color. Que sean todos amarillos. Muchos. Todos los que consigan.
-Ahá, bieeeeennn- dije mientras terminaba de anotar, alargando sus letras para que el otro me de tiempo- ¿Algo más?
-Carne. Mucha carne. Y chorizos. Que traigan todo del país este…el de la carne…
-¿África?
-No, ¿África, carne? No, otro. El de Maradona. ¿Cómo es?
-Ahh. Argentina., si. Nunca volvieron a ganar el mundial. Y eso que siempre son candidatos.
-Sí, ese. Es que son unos pichis. Pero tienen la mejor carne. En todo sentido. Por eso. Que traigan también a las minas. Y que se traigan también a los cocineros. No sabés qué buenos son. Yo cuando fui me acuerdo que en una marcha de no se qué vendían estos tipos en unas cajas conservadoras los…
-Emm, ¿necesita algo más? Porque no quiero perder mucho más tiempo
-Pará, pará que te cuento. Porque justifica la decisión. Los tipos vendían chorizos en cajas conservadoras . Pero los hacían ahí en el piso con troncos, asi nomás. Pero quedaban buenísimos eh. Por eso te digo que los traigan, entendés. Así que averiguá quiénes son y que los traigan a todos.
-Bien, ya lo anoto.

Así seguimos. Cuarenta minutos más. Es que los preparativos de la gran fiesta no podían ser menos. El papa me hizo anotar el resto: un buen DJ, cotillón, “la catapulta de la que te hablé”, pasajes en avión para todos los asistentes. Ningún detalle puede perderse en una fiesta de tal magnitud.
Y sí. Se mueve plata. Y mucha. Solo los años, hacen que los objetos adquieran valor simbólico (eso me lo dijieron). Además toda la guita de donaciones de los católicos fervientes. Mucha más guiíta que una fábrica de jabones.

El problema, me dijo Pío más tarde, “es que hay católicos que se niegan a creer que esto ya terminó. Que de ahora en más Dios funcó. Que en realidad todo fue acomodar un poco las cosas y hacer de la religión un mercado. El mundo consumista, nació con nosotros -dijo, emocionándose- ¿Te das cuenta? Hubo un buen ojo comercial -mientras los ojos se le entrecerraban de emoción- ¿Cómo te crees que Dios estuvo siempre? OOhh Dios es atemporal. ¡Minga es atemporal! Es cuestión de pensar un poco macho. NOoo, lo que pasa es que Dios pertenece a un plano mental, no es físico, por eso no envejece ni nace, siempre estuvo. ¡un plano mental! ¡pero qué hijos de puta! -dijo, riéndose se la manera más tosca y brutal- Nosotros somos entre la gente de los más nihilistas. Vos pensá: sos papa. Sos la máxima palabra para un montón de gente. Tenés renta de la mayoría de los Estados. Tenés incidencia política. Sostenés un engaño de hace más de dos mil años. ¡Y bueno viejo! A todos nos conviene. Hagamos una fiesta, vendamos todas nuestras propiedades por todo el mundo. Llenémonos de guita. Obvio que yo soy uno más. Pero beneficia a todos eh. . Porque como te dije, no soy yo. La cuestión es que nunca hay que contar. Si contás, te vas como por un pozo ciego. Terminás allá abajo, con los pelotudos buscándote al pedo, aunque ya estás muerto. Entonces ese es el principio número uno. Y el dos, el tres y el cuatro también. No contar. La iglesia tuvo poder porque nunca abrió sus puertas y así se lo fue ganando. Siempre disfrutando, pero sobre todo la-bu-ran-do. Muchos tambien de acá son políticos o dictadores frustrados, y acá hacen lo que quieren. Van entrando de a poco, por contactos, hablando. Unos 15 por año entraban. Así de fácil y así de dificil. Y bueno. Vivo la vida. 400.000 personas, minas de todo tipo, pista de baile, DJ. ¿Qué más quiero? Además soy jóven y ya no tengo que trabajar. Puedo hacer lo que quiero. Puedo viajar, dedicarme a la fotografíííía. Además pensabamos … si no lo hacíamos nosotros lo iba a hacer algún otro hijo de puta más adelante. Y nosotros viviendo como pelotudos. Además ahora tienen trabajo los historiadores. ¿Te das cuenta que siempre vamos a mover guita? Ése es el ojo. Vos fijate: los griegos, los egipcios, los indios: todos tenían su dios. Y ahí se nos abrieron las puertas. Esos tipos antes no entendían mucho, porque dios era gratis. Todo lo que había que hacer era registrarlo. Teníamos que registrarlo. Y ahí nace el mercado. Chochos tendrían que estar Wal Mart, Sony, Clarín. Igual nosotros no somos los primeros en desmoronar esto eh. Todo este oro-me dijo, señañalando partes del techo y determinadas molduras-, "OOhh el vaticano está lleno de oro mientras la gente muere de hambre", es mentira. Es imitación. Lo cambiaron hace un tiempo. Pasa que como no se toca, pasa. Igual esto se vende carísimo, es una joyita. ¿Viste que te hablé del valor simbólico? Bueno, ahí lo tenés. Vale porque es hierro pintado, pero del vaticano. No de tu casa. Es historia. Cuando un objeto se carga de historia, vale. LO QUE PASA -me dijo cuando vió mi cara de “no entiendo ni te creo mucho lo que me contás”, y movió la suya como la de los perritos de los autos (que solo mueven la cabeza con el movimiento del vehículo), intentando decir “yo te voy a explicar, nene, yo te voy a explicar y más vale que me entiendas”- es que los historiadores son unos boludos. Se roban entre ellos. Entonces nunca van a saber nada. Pero de algo tienen que vivir. Pero bueno. Ahora tengo la cabeza en la fiesta. Seguro que no va a venir ningún católico. Pero no importa. O por ahí vienen esos católicos de ahora que lo son porque sus padres le hacen tomar la comunión pero les chupa un huevo todo. Pero bueno, los que no quieren venir que no vengan. Lo que pasa es que les dimos el chupete y ahora no lo quieren largar. Pero no importa. Gente va a venir seguro. Te vas a sorprender”, me dijo, como si fuera una inquietud mía el tema de la gente que iba a asistir, y terminando con un gesto aprobador y yéndose rápido.
Ordenó además que fabriquen reguladores de temperatura para el Tiber. Después del baile y la música, la fiesta seguiría en el agua. “15° va a estar bien. Por ahí un poquito más, poquito menos, miralo vos, que esté tibia, pero estable. Y fijate que hagan algo que no transmita corriente. Sino ahí sí se arma”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Volviendo a la andanzas. Tergirversando y destrozando un gran refran: "Se puede remover el gaucho de la pampa, pero no la pampa del gaucho"
Saludos, Robert
Avisa de cuando te vayas para Bs As

un viejo tanguero dijo...

Una vez, hace tiempo, el Papa organizó una fiesta en el Vaticano.
Le dictó una larga lista de cosas necesarias a un ayudante.
Para cada cosa que pedía daba una razón (una razón seria).
Finalmente, pidió que le trajeran una mujer de tetas grandes.
- ¿Per ché?, dijo el ayudante (era italiano).
- Per che mi piace.

Un abrazo.

Apuntes+Editorial dijo...

Anónimo: Robert querido! ¡Qué gustazo!. Me gustó el refrán, no lo conocía. Y tiene razón, algo de eso hay, qué se yo.
Cuando uno cuenta un relato, por más malo que sea, es imposible que no movilize significados en la cabeza de la gente, significados que exceden a lo pensado de antemano, y tal vez no lo excede, sino lo crea, ya que (quizás) fue escrito sin un pensamiento.

Vaya calentando la pava. Dentro de muy poco.

Viejo tanguero: a mí me parece que es una razón seria que si pide una mujer de bustos acrecentados, sea porque le place. No sé por qué los ayudantes preguntan porquées, ya que el papa hace lo que queire.
CUántas anécdotas tiene usted. SAlútte.