" (...) Con un Estado anémico o irresoluto, que no sea capaz de resolver las necesidades básicas de las mayorías, las sociedades culminan arrojadas, recurrentemente, al palabrerío o los brazos de sus opresores más temibles. Eso es lo que hay, sin ir más lejos, en la reinstalación mediática de la “inseguridad” a partir del increíble debate sobre la edad en que los menores deben ser imputables. Eso es lo que hay cuando el miedo acomete a los sectores medios, y se insiste en suplir la protección social con cárcel y a los tiros. Eso es lo que hay cuando quienes promovieron el vaciamiento del Estado le piden auxilio.
Y cuando hay eso, la democracia corre el riesgo de acabar por ser nada más que una palabra".
miércoles, 5 de noviembre de 2008
De mi amigo Eduardo Aliverti (aunque él todavía no lo sepa). Salió el otro dia en el página.
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