(Fotocopiales tal vez sea correcto, pero no quiero que termine en piales. No es sonoramente lindo)
"Camino por el campo. A lo lejos veo un molino. Me alegro, porque tengo sed. Apuro el paso en esa dirección. Pero no, no es un molino. Me río de mí mismo y pienso en Don Quijote, que confundía molinos de viento con gigantes. ¿Cómo pude equivocarme tanto? Se trata de un galpón. Sí, un galpón, seguramente lleno de trigo o sorgo. Estoy cansado, pero sigo caminando. Vuelvo a detenerme y ahora me enojo conmigo mismo porque compruebo que no es un galpón, sino un tractor. Finalmente llego al lugar y el dueño del tractor me da de beber. Le agradezco. Ahora he recuperado mis fuerzas y continúo mi rumbo, pero ya no soy el de antes. A lo lejos veo . . . ya no me atrevo a decir qué veo. He caído en la duda. Nunca lo sabré – me digo – qué veo. Los sentidos siempre pueden engañarme. He tenido varias visiones falsas y tengo miedo de volver a arriesgarme e ilusionarme. Luego me corrijo. Me corrige una voz que habla en mi interior: “No, tus visiones no fueron falsas. Has visto bien; tus ojos no han fallado, lo que falló fue la interpretación que hiciste de aquella visión confusa, tu elaboración de la imagen” " Jaime Barylko
Éste texto lo encontré el otro día. Fue un texto para iniciarnos en filosofía en la secundaria, un texto que una vez nos dió una profesora que se reía todo el tiempo. Absolutamente todo el tiempo. Algo muy extraño había en esa profesora. Claro, que se reía todo el tiempo.
La frase subrayada en negrita, recuerdo que fue, de manera chistosa, adoptada rápidamente por muchos de nosotros, los cuáles seguimos utilizándola. Podría decir que en mí la frase está mal porque vivo en una duda, no puedo caer en ella porque ya estoy y estaré. Pero...
Reacomodando papeles colgadísimos lo leí y ahora veo que está lindo el texto. Bah, no sé si está lindo. Porque me acerco y veo que está mucho más que lindo: hermoso. Me acerco con mi microscopio transelectrónico y me corrijo: el texto está feo: está lleno de partículas niutonianas cargadas con carbono14. Oh. He caído nuevamente en la duda. ¿USar o no usar el telescopeo?
De postre, voy a recitar, ya que estamos recordando, un texto que leímos una vez con mis amiguillos de primairia, que por el recuerdo de aula que tengo debe ser...sexto grado. Debe ser uno de los pocos recuerdos que tengo de primaria. Me acuerdo que era un librito de la biblioteca que era muy pequeña. ¡Debería tener unos cuarenta libros nada más! Me acuerdo que nos pegó mal, ¡tal es así que hoy día me lo sigo acordando!Considerar nuestra pequeñez. Aquí va:
2 comentarios:
El que instaló el tema de la duda en la cultura occidental fué Descartes.
Muchos lo criticaron y discutieron.
Pero parece que el más brutal crítico fué ese camionero.
(¡Aguante Moyano!)
Un abrazo.
Salù, vt.
Efetivamente.
Menos mal que decar inventò la duda. Què serìa de nos de vivir antes del preciado D.
pd. Entre nomàs al camiòn usted, y verifìquelo
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